Lo hice, lo estoy haciendo, lo haré

On Fridays, we write in our other languages!

Day 10 of 31 at TWT!

¡Ya estamos en el décimo día! Es casi imposible creer. Hace unas semanas, no sabía si podía participar este año. ¿De veras podía encontrar (mejor, crear) el tiempo para escribir al final de estos días tan llenos? ¿Me quedaría fuerza (mental o física) para escribir después de, por fin, acostar a mis hijas y sentarme en el sofá? Casi no me podía imaginarlo.

Pero quería hacerlo. Recordaba la emoción de escribir, el ánimo que me daba dejar volar mis palabras por los dedos, la alegría de pintar una escena con palabras, la claridad mental de buscar, darme cuenta de, y guardar los momentos pequeños de mi vida. Quería hacerlo otra vez. 

Me acordaba del entusiasmo de leer los comentarios de los otros escritores, tanto los amigos como los desconocidos. Sí, quería hacerlo. 

Y además, quería pedir a mis colegas que me acompañaren. Quería que ellos conocieran el poder de esta experiencia y esta comunidad, y quería inspirarles a quizás traer la experiencia a sus estudiantes también. Quería formar parte de un grupo de colegas escritores. 

Entonces lo hice. Rellené el formulario para participar, hablé con mis colegas, y me dediqué a escribir por las tardes en esta hora preciada antes de acostarme. Está bien perder unos días, me dije. Cada día que escribo es un día más de lo que habría escrito sin el reto. Anticipaba perder las fuerzas, quedarme sin tiempo, quedarme sin ideas. Quizás escribiré tres o cuatro días a la semana. 

Pero ya estamos en el décimo día, y no sabía qué escribir hoy... ¡no por una falta de ideas, sino por una sobra de ideas, por una cascada de ideas! (Y, si soy honesta, porque no me convine escribir unos en español: algunos por ser tan difíciles escribir en español, y otros porque quiero escribir conversaciones que tomaron lugar en inglés, y me siento raro traducir algo que pasó en inglés al español... entonces estos ideas guardo por otro día.)

Ya escribí por nueve días. Estoy un poco más cansada de lo habitual, pero sobrevivo. Estoy escribiendo en el décimo día. Y no quiero parar, ni modo. No quiero perder ni un día. Tengo demasiadas historias para contar, demasiados recuerdos para guardar. Me gusta demasiado el sentido de vivir como escritora. Seguiré escribiendo. 

Imagínense: 

casi no lo intenté. 

Y ahora lo hice, lo estoy haciendo, lo haré.